RISOTERAPIA
Curarse a carcajadas
Por ÁNGELES
LÓPEZ
Rosa
María sintió que se venía abajo cuando murió su madre, no podía
superar el proceso de duelo. Un buen día, hace ahora dos años,
escuchó en la radio algo sobre la risoterapia y dijo «esto es
lo mío». Se fue de Castellón de la Plana, donde vive, a Barcelona
para comenzar a formarse en esta técnica. A partir de ese momento,
«empezó a cambiar mi vida».
Esta
ama de casa de 54 años era, según cuenta ella misma, una persona
muy seria. «Antes me dedicaba a mi hogar y nada más. Tras esta
terapia vi que había muchas cosas por hacer como la cerámica
o la pintura. Hoy expongo dos obras realizadas con la técnica
de pastel. Ahora salgo de casa y vivo», explica Rosa María Andrés.
Los tonos pastel parecen haber impregnado su vida, mucho más
dulce ahora. «Cuando asisto a los talleres de la risa es como
entrar en un sitio donde no hay problemas, todos damos y todos
recogemos. Empiezas a tener ganas de experimentar, esta
técnica te abre muchas puertas, ves un horizonte nuevo».
María Cruz García Rodera, fundadora de la Escuela Dinámica y
Terapia de la Risa en el Centro de Salud Inteligente, explica
que «la risa es el mejor compañero que puedes tener en
tu camino. Además de ser gratuita es sinónimo de vida y crecimiento,
con ella puedes superar y gozar de las cosas cotidianas».
«En tres horas, la risa puede cambiar los resultados de una
analítica porque disminuye el colesterol, produce una activación
cerebral donde se aumenta la liberación de neurotransmisores
que dan lugar a una sensación placentera y sedante», explica
esta terapeuta.
Hay muchas personas que se benefician con esta técnica, «los
depresivos son muy agradecidos porque tienen unos niveles
muy bajos de serotonina y dopamina» --sustancias cerebrales--
que con la carcajada aumentan y mejora su estado». También todas
las patologías del sistema inmunológico mejoran con esta terapia,
«cuando una persona busca y consigue energía positiva, su cuerpo
responde totalmente».
Los recelos de la ciencia occidental
Eduardo Salvador, doctor en Psicología Social, explica que «la
risa es uno de los misterios más antiguos de la ciencia y lo
sigue siendo». Existen cinco explicaciones teóricas sobre la
risa: de la superioridad, de la incongruencia, de la catarsis
y del juego. Él tiene una teoría alternativa y que está basada
en la metáfora teatral de la vida. «Cuando el personaje que
representamos se viene abajo por alguna circunstancia, ese momento
provoca la risa en los demás y en el actor la vergüenza. En
esa situación, lo mejor es reírse de uno mismo. No debemos tomarnos
muy en serio».
«En Oriente, la risa es muy apreciada, los budistas zen buscan
la iluminación a través de una gran carcajada. Sin embargo,
la filosofía de Occidente no ha considerado bien a las personas
divertidas o con humor, probablemente esto se relacione con
el cristianismo donde está bien visto sufrir en este mundo para
conseguir una recompensa en el otro», comenta Eduardo.
Sin embargo, cada día son más los profesionales de la salud
que se interesan por este tipo de terapia y se acercan a ella
con voluntad de aplicarla con sus enfermos.
El jefe del Servicio de Oncología Médica y Cuidados Paliativos
del Hospital Universitario de Valdecilla explica en un artículo
publicado en la revista 'Medicina Clínica' que «el sentido del
humor es la capacidad natural de la especie humana que hace
que la vida no sólo sea soportable, sino además rica, placentera
y deseable. La risa es la distancia más corta entre dos personas».
«A veces tenemos miedo a ser malinterpretados, a parecer
vulgares en lugar de unos profesionales serios y sesudos. Sin
embargo, es de vital importancia que, como pacientes, asistentes
sanitarios o alguien a quien le importa el bienestar del enfermo,
mantengamos la moral elevada y una actitud positiva que incluya
la esperanza, la alegría y la risa», continúa este oncólogo.
Para todos los públicos
Leyda Barrena, trabajadora social por la Universidad del Valle
en Colombia, lleva 12 años en España investigando con la risa.
Explica que tras varias carcajadas aumentan la ventilación y
la sangre se oxigena. La risa está conectada con el hemisferio
derecho parte del cerebro responsable de la creatividad, la
intuición, el juego y el arte.
Son muchas las aplicaciones de esta terapia, algo que sabe bien
Leyda que en la 'Academia de la Risa' imparte clases a personas
con Alzheimer como a ejecutivos o adolescentes. «La risa es
la libertad, con ella nos libramos del estrés y la ansiedad
acumulados, las hormonas que se activan tras una carcajada confieren
bienestar».
Rosa María lo tiene claro «la risa te abre muchos canales, te
da ganas de aprovechar los momentos de la vida y de disfrutar
con todo lo que haces». Beneficios que no sólo ella ha detectado,
«mis hijos me preguntan que cuándo me toca ir a clase de risoterapia,
porque aunque ya tengo el título de formadora me gusta ir de
vez en cuando, y es que la mamá triste de antes se ha vuelto
alegre y más comprensiva. Creo que hasta mi perro nota la
diferencia, y además creo que lo he contagiado, ha pasado
de estar con una mirada triste a estar más activo y contento».
Esta defensora de la risa anima a todos a probar esta terapia,
«aunque no tengan grandes problemas siempre es enriquecedor.
Yo 'me tiré al ruedo'; y estoy encantada».
Fuente: Diario "El Mundo", España
Octubre
25 de 2004
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