Informe
1 |
Datos
comparativos sobre afiliados
A continuación, se presentan algunos
resultados comparativos sobre la estructura de la afiliación a las Obras
Sociales.
Debe destacarse que los datos revisten
un carácter provisorio, se trata de una muestra pequeña del conjunto
de Obras Sociales; e incluso, en varios casos, los valores que se apuntan
son el resultado de manipulaciones estimativas realizadas por el equipo
de trabajo. Finalmente, debido a problemas en el archivo de datos, a
último momento debimos excluir la información correspondiente a Salta,
la que será incluida en la próxima entrega.
Como ya se mencionó, la razón fundamental
de este informe radica en mostrar el rumbo y carácter del análisis,
más que en determinar el valor de las variables.
En general, el análisis está asentado
sobre dos criterios: Primero, se busca determinar un "valor promedio"
para el conjunto COSUN de modo de compararlo con los indicadores generales
correspondientes, cuando fuere el caso.
Segundo, se procura determinar la heterogeneidad
intra COSUN, con el fin de establecer cuánto y de qué manera se parecen
las Obras Sociales nucleadas en COSUN -salvando la obvia diferencia
de tamaño o cantidad de afiliados.
En primer lugar, se indaga la cuestión
de la relación de masculinidad y de dependencia.
La primera idea -el índice de masculinidad-
establece la relación entre afiliados de sexo masculino y femenino.
La segunda columna del cuadro que sigue muestra el índice de dependencia
-una medida que se obtiene a partir de la razón entre titulares y familiares
beneficiarios.
En relación al índice de masculinidad,
puede observarse que las Obras Sociales de COSUN tienen una estructura
con una importante participación de la mujer: en todas las Obras Sociales
, y con una muy baja dispersión -idea que sugiere el valor de la desviación
estándar-, las mujeres son más cantidad que los hombres.
Tómese, como punto de comparación, la
relación inversa que se observa en cuanto al empleo a nivel nacional,
donde la tasa de actividad de los hombres es casi el doble de la de
las mujeres.
|
Índice
Masc.
|
Índice
Depend.
|
Dasmi-Luján
|
0,97
|
0,68
|
Sgo.
del Estero |
0,99
|
0,70
|
San
Luis |
0,88
|
0,59
|
Río
Cuarto |
0,97
|
0,64
|
Bahía
Blanca |
0,83
|
0,76
|
San
Juan |
0,93
|
0,51
|
Rosario |
0,81
|
0,95
|
Mendoza
|
0,93
|
0,47
|
Córdoba |
0,86
|
0,54
|
Promedio |
0,91
|
0,65
|
Desv
Estándar |
0,06
|
0,15
|
Máximo
|
0,99
|
0,95
|
Mínimo |
0,81
|
0,47
|
INOS_Anssal
|
0,96
|
0,81
|
Rz.
Tasa activ. 97 |
1,73
|
|
Fuente:
Elaboración a partir de la información enviada por las Obras Sociales.
|
En cuanto al índice de dependencia,
se tiene que su promedio es ligeramente superior al que se registra
en el sistema INOS-AnSSAL. En este caso, se observa una importante heterogeneidad
entre las obras sociales -obsérvese como ha crecido el valor de la desviación
estándar-.
Así, puede reconocerse dos situaciones
diferentes, ejemplificadas en los valores máximo y mínimo: por un lado,
Mendoza, que ha informado una relación de 1 a 2 -es decir, un aportante
por cada dos beneficiarios- y Rosario, que apunta una relación casi
de 1 a 1.
Finalmente, no puede pensarse que esto
es un efecto del tamaño, en la medida en que, como puede observarse
del mismo cuadro, existen Obras Sociales "grandes" con alta
y baja tasa de dependencia, y viceversa.
Un segundo conjunto de indicadores
sobre afiliados está referido a la estructura etárea de la población.
En primer lugar, se presenta el cuadro
que compara la estructura etárea promedio que resulta,, de las Obras
Sociales relevadas con la obtenida por el Censo '91.
Se observa claramente el la población
de COSUN está varios puntos porcentuales más envejecida que la del Censo
91. Ciertamente, hay que tomar en consideración los diez años que separan
una de otra, pero difícilmente el relevamiento del Censo 2001 vaya a
dar resultados tan disímiles.
Grupos
de edades
|
COSUN
|
Censo
'91
|
Menores
de 4 años |
5,44
|
9,8
|
Entre
4 y 13 años
|
16,52
|
19,3
|
Menores
de 13 años |
21,97
|
29,1
|
Entre
14 y 19 años |
10,41
|
8,74
|
Entre
20 y 49 |
46,39
|
39,08
|
Entre
50 y 60 años |
12,16
|
12,74
|
Mayores
de 60 años |
9,08
|
8,87
|
Total |
100,00
|
100
|
En cuanto a la distribución hacia adentro
de COSUN, es en el agrupamiento entre 50 y 60 años donde se registra
la menor diferencia intragrupal; mientras que es en los agrupamientos
> 60 años y entre 20 y 49, donde existe una clara diversidad.
Grupos
de Edades
|
Promedio
|
Desv.
Estándar
|
Máximo
|
Mínimo
|
Menores de
4 años
|
5,44
|
2,00
|
8,52
|
2,45
|
Entre
4 y 13 años |
16,52
|
3,95
|
24,15
|
10,11
|
Menores
de 13 años |
21,97
|
2,79
|
26,60
|
18,63
|
Entre
14 y 19 años |
10,41
|
2,20
|
14,98
|
8,04
|
Entre
20 y 49 |
46,39
|
3,66
|
53,27
|
41,22
|
Entre
50 y 60 años |
12,16
|
1,72
|
14,27
|
8,83
|
Mayores
de 60 años |
9,08
|
3,93
|
13,80
|
3,30
|
Total |
100,00
|
|
100,00
|
100,00
|
Vale la pena observar
también que, mientras el promedio de la participación en el total por
parte de los agrupamientos que van de los 50 hasta más de 90 años es
de un 20%, existen Obras Sociales que ubican a esta relación en casi
un 25% -ver, cuadro 2 en el Anexo-.
El análisis de la estructura etárea
tiene como provecho a bastante más que la curiosidad demográfica. Por
un lado, y en las condiciones actuales, la aproximación etárea es probablemente
uno de los modos básicos para establecer la tasa de aporte per cápita
a pagar a una Obra Social en el caso de adherentes.
Una estructura etárea es, como desde
hace mucho tiempo se ha reconocido en el sanitarismo, un indicador relativamente
bueno de una estructura de riesgo a la salud, donde cada grupo tiene
asociados diversos perfiles de mortalidad y morbilidad.
Esto tiene dos claras implicancias
para la toma de decisiones. Por un lado, se trata de reflexionar sobre
la oportunidad de re-dirigir o de "afinar" la puntería en
cuanto a los programas de prevención y promoción que implemente la Obra
Social -o en su caso, cuando implique economías de escala, programas
establecidos desde el mismo COSUN-. Por ejemplo, siendo más de la mitad
de los afiliados la población femenina, debería esperarse cierta especialización
en salud reproductiva; y rondando el 15% los adolescentes y jóvenes
adultos que son beneficiarios, podría esperarse que se desarrollen programas
relativos a estos grupos -adicciones, embarazos no deseados, violencia,
etc.-.
Por otro lado, una cierta estructura
de riesgo conduce a una cierta estructura de prestaciones. Por supuesto,
la estructura de prestaciones, y su correlativa, estructura de gasto,
depende también de la oferta de servicios y de la cobertura acordada.
Existen al momento varios esfuerzos de "corregir" la estructura
de riesgo etárea con estructuras de utilización -por caso, el Medicare
americano-. Este por supuesto, es un paso ambicioso que, una vez
dado, pondría a las Obras Sociales de COSUN, a la punta de las tecnologías
organizativas en lo que respecta a seguros de salud.
|