ESTUDIO
DE LA BRITISH MEDICAL ASSOCIATION
Fumar
reduce la posibilidad de ser madre en un 40%
Por
GABRIELA LITRE
LONDRES.- Una mujer que fuma tiene un 40 por ciento menos de
posibilidades de quedar embarazada, un riesgo tres veces mayor
de padecer menopausia precoz y un 25 por ciento más de probabilidades
de perder a su bebe antes de la semana 24 de la gestación.
Un
varón joven que fuma tiene el doble de posibilidades de padecer
impotencia sexual, mientras la calidad y cantidad de sus espermatozoides
se reducen drásticamente.
Una
pareja de fumadores, o expuesta al humo constante de cigarrillos,
no sólo tendrá problemas para formar una familia, sino que también
encontrará dificultades para mantenerla sana: si el bebe nace
y su peso es normal, aún así tendrá más posibilidades de padecer
muerte súbita. O de terminar en el hospital por problemas respiratorios,
infecciones en el oído medio, cáncer, asma, problemas de comportamiento
y desarrollo disarmónico. Ese fue el caso de 17.000 niños de
menos de 5 años en el Reino Unido, que fueron internados por
ser fumadores pasivos en sus hogares.
Estos
y otros datos escalofriantes fueron publicados ayer por la prestigiosa
British Medical Association (BMA) y conmocionaron a la opinión
pública británica: radios, televisores y diarios en Internet
reproducían las conclusiones de la entidad, que estudió las
consecuencias del cigarrillo en la salud sexual y la fertilidad
a lo largo y ancho del Reino Unido.
En
tan sólo doce meses, fumar o ser fumador pasivo causó por estas
tierras 5000 abortos "espontáneos", 1200 casos de cáncer cervical
y 120.000 casos de impotencia en hombres de entre 30 y 50 años,
añade el reporte, que tiene 70 páginas y fue realizado por el
Comité de Ciencia y Control de Tabaco de la BMA.
El
panorama futuro es alarmante: mientras en varios países de Occidente
los varones fuman cada vez menos, en los llamados países en
desarrollo cada vez más mujeres de entre 15 y 25 años se vuelven
adictas a la nicotina.
Se
estima que el número de mujeres fumadoras se triplicará en la
próxima generación en todo el orbe.
Aumentar
las prohibiciones
Alrededor
de 50 millones de mujeres en todo el mundo son obligadas a fumar
pasivamente mientras están embarazadas; en la caso del Reino
Unido, tres de cada diez soportan esa situación en su trabajo.
Ante
semejante perspectiva, la BMA aconsejó al gobierno británico
que incluya en los paquetes de cigarrillos claras advertencias
sobre los daños que el hábito ocasiona en la fertilidad masculina
y femenina, y que insista en la prohibición de fumar en lugares
públicos.
También
sugirió que las mujeres embarazadas que no tienen la posibilidad
de trabajar en un ambiente libre de humo reciban licencia con
goce de sueldo completo durante los nueve meses de gestación.
"¿No
es poco realista pedir esto?", quiso saber LA NACION, en una
entrevista con la doctora Sinead Jones, directora del Centro
de Control del Tabaco de la BMA, en el imponente edificio que
la entidad posee en Bloosmbury.
"No
sólo hay recomendaciones del Parlamento Europeo que no se cumplen,
sino que también se está discriminando a la mujer que no puede
llevar un embarazo saludable en su trabajo. No, no es poco realista",
respondió Jones.
Ser
fumadora pasiva también disminuye la calidad y la cantidad de
la leche que la mamá suministra a su bebe y aumenta las posibilidades
de que éste sufra muerte súbita durante el primer año de vida.
También estará más expuesto a padecer disfunción pulmonar y
enfermedades respiratorias.
De
ojos azules y voz muy suave, la investigadora agregó que "los
bebes de madres que sufrieron exposición al humo tienen tres
veces más posibilidades de nacer con bajo peso. Y eso no significa
que son más "chiquitos", sino que no están desarrollados adecuadamente".
Si
el feto no sufre malformaciones (como el labio leporino, por
ejemplo), ese bebe aún deberá luchar para aferrarse al útero
materno hasta bien entrados los 6 meses de embarazo, cuando
el riesgo de abortos espontáneos es alto entre mujeres que fuman
o entre las que están expuestas a la nicotina.
Jones,
que dirigió la investigación y que trabaja con Eduardo Bianco,
director del Comité de Control de Tacabo de la InterAmerican
Heart Foundation, concluyó que "fumar tiene un impacto profundo
en cada aspecto de la vida reproductiva, desde la pubertad hasta
la edad adulta y más allá. Desgraciadamente, la herencia letal
de fumar no sólo afecta a esta generación, sino también a la
que viene".
Fumar
es también una cuestión de educación: diversos estudios indican
que cuanto más culta es la mujer, menos propensa es a desarrollar
una adicción al cigarrillo. Pero según la doctora Vivienne Nathanson,
directora de Ciencia y Etica de la BMA, "incluso aquellas mujeres
que son conscientes del riesgo de fumar deberían recibir un
mensaje mucho más fuerte. Los varones y mujeres que algún día
quieren ser padres deberían directamente abandonar el cigarrillo".
Fuente:
Diario "La Nación", Argentina
Febrero
19 de 2004
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