Huracán
de gloria
Muy
sencillo era el cortejo fúnebre que el 4 de octubre de 1897 acompañaba
al cementerio de Lisieux los despojos mortales de una jóven carmelita,
muerta a los 24 años, Sor Teresa del Niño Jesús, algunos
eclesiásticos, un grupito de parientes y amigos, las hermanas torneras
del Carmelo y nadie más.
En
la cruz que dominaba su tumba se podía leer: "Quiero
pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra".
De
repente, un extraordinario rumor público sacudió a toda la ciudad
de Lisieux: Teresita hacía milagros. Estos milagros pronto se multiplicarían
en Francia y en el mundo entero.Teresita se hacía presente entodas partes
con un ardor infatigable, operando los más inesperados prodigios en favor
de toda clase de gentes. Se inclinaba sobre todas las miserias del alma y del
cuerpo, colmando de bondades a los incrédulos y ... reservando, sus más
esplendorosas intervenciones en favor de los misioneros y de los sacerdotes,
de estos sacerdotes tan queridos de su corazón, por los cuales había
consumido, hasta el agotamiento, su vida de carmelita.
Teresita
había prometido que no permanecería inactiva en el cielo:
"Bajaré"(Teresita,12 de julio de 1897). "Pronto habré
dado la vuelta al mundo"(Teresita a Sor Genoveva,septiembre de 1897).En
efecto, ¿existe una sola playa lejana que no haya oído hablar
de ella, que no haya entrevisto el rostro sonriente de la Santita de Lisieux
?. Se la invoca en todas las lenguas, en todos los dialectos del universo...sonríe
a todos.
Desde
lo alto de los cielos ella no cesa de hacer caer sobre la tierra, como "una
lluvia de rosas"(Teresita, 9 de julio de 1897), sus innumerables
beneficios. Teresita es todopoderosa en el corazón de Dios:
"Dios
hará en el cielo todo lo que yo quiera, porque yo no he hecho nunca mi
voluntad en la tierra"(Teresita, 12 de julio de 1897).-
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Fuentes: El Mensaje de Teresa de Lisieux, M.M Philipon,O.P. Edit. Balmes. Primera
Parte, Itinerario Espiritual.


