"¿LOS
DEMONIOS SON TAMBIEN ANGELES?"
De acuerdo con la tradición religiosa judeocristiana, los demonios fueron
ángeles y, aunque han perdido muchas de sus primitivas características
angélicas, su belleza, su fulgor, su ubicación en los coros que rodean
a Dios, por su condición de alados seres ultra terrenos que comunican
entre si dos ámbitos, en su caso el infernal y el terrenal, se los siguen
nombrando ángeles, pero con el aditamento de "malos
o caídos".
Satanel o Lucifer, uno de los arcángeles más bellos y poderosos del
coro que rodea a la divinidad y jefe de los terribles Serafines se reveló
contra su Creador. Unos dicen que por orgullo quiso situarse en un trono
que enfrentara al que ocupaba Jehová; otros dicen que por haberse sentido
desalojado en la primacía del amor de su Señor, ante el que Este profesaba
por su nueva creación, el Hombre. Jehová ordenó a sus ángeles prosternarse
ante Adán, y Lucifer no solo no quiso hacerlo, sino que arrastró tras
sí a una tercera parte de los seres celestiales en su rebelión.
Aquí se produjo la gran batalla en que las huestes capitaneadas por
el arcángel Miguel, el leal a su Dios, vencieron a las tropas rebeldes.
Satanaél junto con sus seguidores, fue arrojado al negro abismo que
configuró al Infierno. Y el arcángel Satanael paso a llamarse demonio
Satán, perdiendo la cola de su nombre que marcaba la cercanía a Dios
y adquiriendo su cola demoniaca. Y sus bellas alas de blancas plumas
se convirtieron en negras alas membranosas de murciélagos.
|