Salinas del Bebedero, volver a ser
(23-05-04 El Diario de la República – San Luis)
Por Andrés Alberto Vallone
Diputado Provincial - La Capital
Uno de los recursos naturales más valiosos de la Provincia de San
Luis son las Salinas del Bebedero, un yacimiento de cloruro de sodio ubicado
en el Departamento La Capital a sólo 30 kilómetros de la
ciudad de San Luis, que conforma uno de los siete ecosistemas provinciales.
Lamentablemente desde hace un tiempo a esta parte el taponamiento producido
sobre el cauce natural del río Bebedero ha producido daños
irreparables en el equilibrio ecológico y la protección
del ecosistema natural de la zona de la Laguna del Bebedero.
La historia indica que a fines del siglo XIX este lugar lucía con
verde vegetación, abundante agua e incipiente fauna como lo relata
en su libro “Geografía de la Provincia de San Luis” Juan W. Gez,
reproducido en el libro “Río Quinto” textualmente: “A fines del
siglo pasado la Laguna del Bebedero era un verdadero lago, con aguas profundas
y fuerte oleaje, pero ha ido reduciéndose a medida que se obstruía
el cauce de su principal tributario el río Bebedero, el que a su
vez se alimentaba con los derrames del Desaguadero.
El aspecto general de la laguna no es ya el de una gran masa de agua con
su agitado oleaje, sino el de las verdaderas Salinas con sus aguas poco
profundas, tranquilas y sus blanquecinas y extensas playas.
Aunque la explotación de las salinas alimenta una importante industria,
la desecación de la laguna es altamente perjudicial al incidir
desfavorablemente en las condiciones climáticas por la disminución
de las lluvias y el empobrecimiento de la flora regional.
Siempre podría efectuarse la explotación de sal por procedimientos
más ingeniosos y científicos que los empleados en el presente”.
La realidad indica que la localidad de Salinas del Bebedero, que fuera
pujante pueblo habitado por genuinos trabajadores de la planta industrial,
conocidos con el apodo de “salineros”, que además se destacara
hace algo más de dos décadas por contar con una institución
deportiva denominada “Dos Anclas” que era orgullo del lugar, se ha transformado
hoy en un pueblo fantasma, con casas abandonadas, (sin puertas ni ventanas)
y sin habitantes, más que algún perro vagabundo o un solitario
lugareño que de vez en cuando con su paso, genera un cambio en
la desolada geografía desértica que muestra hoy el lugar,
como producto del “secado” de la Laguna, y la progresiva multiplicación
de la producción de sales y su afectación con la acción
eólica han generado la salinización de los campos linderos
afectando la vegetación y la fauna autóctona.
Alguna documentación existente que data del siglo XIX, indica que
originariamente existía una conexión entre el río
Desaguadero y la Laguna del Bebedero, esto se suma a que en el año
1976, a través del Ministerio de Obras y Servicios Públicos
de la Provincia se ejecuta la apertura del viejo canal que alimentaba
la Laguna del Bebedero cuando crecía el río Desaguadero,
con el acuerdo de los propietarios de las tierras involucradas, pero con
la oposición de la empresa explotadora del yacimiento, que gestionó
la paralización de la obra. El proyecto no se pudo ejecutar por
el golpe de Estado del mismo año.
La preocupación y los estudios sobre el efecto negativo que ha
recibido la Laguna del Bebedero producto de la explotación indiscriminada
durante casi un siglo de su yacimiento sin una planificación ambientalista,
y lo que es más grave aún sin un proyecto de desarrollo
urbano que prevea el crecimiento de la población y sus instituciones
sociales por parte de quien es el sustento principal de desarrollo económico
y laboral del lugar, no es un tema exclusivo de los tiempos modernos.
En diciembre del año 1949, prestigiosos y destacados ciudadanos
puntanos entre los que se encontraban: Víctor W. Endeiza, el Dr.
Alejandro García Quiroga, Próspero Cantisani y Telmo Suárez,
marcaron su preocupación para restaurar las aguas a la Laguna del
Bebedero, realizando el primer congreso denominado "Del agua y pro-restauración
de la Laguna del Bebedero de San Luis”, desde donde surgió una
asociación civil que llevaría el nombre del congreso.
El articulo 5° del estatuto de esta asociación popular expresaba
textualmente en su inciso a) “Hacer los estudios técnicos, geográficos,
geológicos, históricos y científicos sobre la laguna
denominada Bebedero, ubicada en el Partido de Los Chosmes, Departamento
La Capital de la Provincia de San Luis, a fin de poder restituirle el
caudal de agua que le sea propio y aprovechar sus beneficios, tanto en
lo referente al agua como a la sustancia mineral que lo sostiene, en la
inteligencia de las evaporaciones de la gran masa de agua que contenía
la Laguna del Bebedero mientras existió su plenitud que reguló
el régimen de las lluvias con sus emanaciones pluviales según
los testimonios que afirma la tradición escrita y oral de nuestros
mayores, caudales que debemos restaurar y conservar eternamente...”
Hoy 55 años después de esta aspiración de notables
ciudadanos de nuestra comunidad todo sigue como era entonces, el compromiso
de todos los sectores debe ser poner “manos a la obra”, el Estado, la
empresa explotadora del yacimiento, la comunidad y los dirigentes políticos
y sociales tenemos la obligación y el compromiso moral de devolverle
a Salinas del Bebedero la pujanza de épocas pasadas, encontrando
el camino para el desarrollo productivo de la industria, del turismo y
de una comunidad social organizada.
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